Otro fin de semana lluvioso, menuda primavera más pasada por agua. Llevo unas semanas bastante apática, sin ganas de salir a pasear y mucho menos de salir a correr, con lo que me gusta. Y además tengo aparcada la bici desde el día de mi cumpleaños y es en diciembre, no os digo nada. Pues no hay mal que por bien no venga y ahora me estoy dedicando a mi otro deporte favorito, el de la repostería. Tanto es así que tengo un montón de recetas acumuladas para subir al blog, no doy a basto.
Hoy os traigo la última tarta que hice para celebrar el cumpleaños de mi padre el pasado 1 de mayo, esta magnífica tarta Guinness.
Tenía echado el ojo a esta tarta y además tenía una botella de cerveza Guinness en la nevera desde hacía tiempo, que nadie se animaba a beber, así que estaba claro, era hora de hacer mi tarta Guinness particular.
Es una tarta muy famosa en la red y he cogido la receta del blog
Food & Cook. Os lo recomiendo porque es una gozada ver sus recetas y sus pedazo de fotografías.
Aunque siempre había estado en mi cabeza hacerla, también pensaba que a mi no me gusta la cerveza así que mucho menos la negra y por tanto cómo me iba a gustar esta tarta a pesar de las maravillas que había leído y oído acerca de ella.
Pues una vez hecha no la he podido probar, Dios mio qué he hecho yo para merecer este castigo!!!
La historia es un poco larga de contar pero os la resumo un poco. Resulta que llevo muchos años con dolores de estómago y no me encuentran nada, pero a raíz de un análisis de intolerancias que me he hecho recientemente ahora tengo que estar unos meses sin tomar, entre otras cosas ni trigo, ni huevos, ni levadura de cerveza. Y si a esto le añadimos mi enorme intolerancia a la lactosa, concluimos que esta tarta estaba totalmente contraindicada para mí, era mi particular fruto prohibido. No veo el momento de acabar este suplicio de dieta y poder probarla, pero todo llegará.
Pues por si esto no fuera poco, resulta que quienes la probaron no paraban de decir que era, con diferencia, la tarta más rica de todas las que he hecho, que ya van unas cuantas, a eso le llamo yo no tener ni pizca de consideración ;p
Así que yo me conformé con mirar este estupendo corte de la tarta y cómo los demás se relamían con ella.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 1 botella de cerveza Guinness
- 150 g de mantequilla
- 75 g de cacao en polvo (utilicé el de valor)
- 400 g de azúcar
- 150 ml de nata para montar
- 2 huevos
- 1 cucharadita de vainilla liquida
- 250 g de harina
- 2,5 cucharaditas de bicarbonato
Para el frosting:
- 300 g de queso philadelphia
- 150 g de azúcar glass
- 350 g de nata para montar
Elaboración:
Del bizcocho:
Ponemos a calentar la cerveza en un cazo sin que llegue a hervir. Cuando esté caliente añadimos la mantequilla en trozos y dejamos que se vaya derritiendo. Cuando esté derretida retiramos del fuego y reservamos.
A parte, mezclamos el cacao, el azúcar, la harina y el bicarbonato hasta obtener una mezcla de color uniforme.
Por otro lado mezclamos los huevos con la nata (sin montar) y la vainilla y lo batimos bien. Una vez bien batido añadimos la cerveza con la mantequilla y batimos bien otra vez.
A esta mezcla líquida luego le incorporamos la mezcla seca, vamos añadiéndolo poco a poco hasta conseguir una masa uniforme.
Esta mezcla la vertemos sobre el molde y lo metemos en el horno, precalentado a 180º, durante unos 50 minutos, o cuando veamos que al pincharlo sale limpio.
Como os he dicho varias veces, he observado que mi horno calienta más de la cuenta y a mi con ponerlo a la mitad de temperatura me es suficiente porque si no se me achicharra en 10 minutos, así que no os toméis los datos del horno tan al pie de la letra, nadie mejor que vosotros conoce vuestro horno.
Transcurrido el tiempo, sacamos el molde, lo dejamos enfriar y cuando ya esté frío lo pasamos al plato donde lo queramos presentar.
Del frosting:
Montamos la nata y reservamos. Luego batimos el queso philadelphia con el azúcar glass y una vez batido lo mezclamos con la nata montada con movimientos suaves y envolventes procurando que no se nos baje la nata. Una vez terminado el frosting cubrimos con él la tarta.